sábado, 13 de marzo de 2010

¿ Como hacer de profesor ?

El problema
Dar clase es una tarea dificil, pero hacerlo a los que no quieren y no les interesa mucho más.
Si se encerrase a dos personas en una habitación durante un largo período de tiempo, con el
encargo a una de ellas de obligar a la otra a realizar tareas contra su voluntad, el
resultado sería una probable rebeldía de la persona obligada.
Es evidente la semejanza de este ejemplo con una clase
que se presenta en los institutos, especialmente en edades
próximas a la adolescencia, donde la obligación genera ya de entrada determinadas
reacciones en contra, no atribuibles exclusivamente al alumno ni al profesor, sino a la situación a la que uno y otros están expuestos.El conflicto no es algo excepcional, sino más bien la consecuencia natural y lógica.También es cierto que,partiendo de esta situación, hay profesores capaces de transformar una situación en una actividad estimulante.
Sabiendo esto yo personalmente si fuese un profesor no me cabe otra alternativa que
adaptarme, aprendiendo a manejar en mi propio beneficio una serie de
“normas” que me permitan crear un clima favorecedor del aprendizaje y la convivencia
Las soluciones
Aunque no es complicado de realizar, las dificultades aparecen cuando
buscamos un tratamiento a aplicar:
Crear un buen clima de clase. En el cobran sentido todas las actuaciones de alumnos y profesores.
Puede facilitar o dificultar en gran medida el trabajo del profesor y de los alumnos, pues aunque los conflictos pueden aparecer en cualquier momento, suelen aparecer cuando las oportunidades son favorables. Un clima de trabajo y convivencia pacífica hace que
los “perturbadores” lo tengan más difícil y los que quieren trabajar más fácil. Esto lo haría en una clase ya que siempre hay alumnos interesados por la materia y otros que harían lo posible pos desbaratar mi trabajo al no tener interés en ella.
Actuar por principios. Con demasiada frecuencia, esperaría a que aparezca
un problema de conducta para aplicar determinadas medidas. Esto provoca a menudo contradicciones que generan en el alumno desorientación, que puede ser evitada si se siguen de forma habitual unos principios de actuación coherentes que guíen todas nuestras intervenciones.
Otras alternativas: Como el cuadrado de la muerte en la cual los alumnos cuando están hablando y no callan aunque yo lo ordene, lo toman como si fuese un castigo.
Motivaría a los alumnos a que aprobasen mi asignatura con una recompensa final, algo así como quien apruebe le doy la oportunidad de ir a una excursión y a los demás no.
También tendría reuniones a solas con ellos para ver como van en las demás asignaturas o si tienen algún problema que les impida estudiar.